Hay dos condicionantes importantes para saber cuándo ir a Japón. Uno es el clima y el otro las festividades.
Por una parte, el clima de Japón se puede considerar parecido al de España en el sentido de que hace frío en invierno, mucho calor en verano mientras que otoño y primavera son bastante agradables.
La diferencia radica en que los inviernos suelen ser muy fríos y secos y por el contrario, las lluvias se aglutinan sobre todo a principios de verano.
Las festividades japonesas, por su parte, nos pueden indicar cuándo hay más o menos aglomeraciones.
Muchas veces no tenemos opción para decidir cuándo viajar a Japón así que al menos que sepamos qué podemos encontrarnos y si no nos gustan las multitudes, adaptar nuestr itineriario a lugares menos conocidos.
Navidad y año nuevo
A pesar de que la Navidad como tal no existe en Japón, sí que se llena de luces y se engalanan calles y comercios, pero además existen diferentes tradiciones que se llevan a cabo durante esta época.
Invierno
Es una temporada muy seca y muy fría. Puede que haya nevadas en algunos lugares puntuales que serán más frecuentes cuanto más al norte nos vayamos.
Los lugares turísticos no están tan concurridos.
Si viajas alrededor de Año Nuevo, es posible que te encuentres algunas atracciones turísticas cerradas.
Al ser muy poco lluvioso, la mayoría de campos y muchos bosques estarán secos. Puede que no importe mucho pero algunos escenarios pueden resultar algo desangelados si no te gusta este tipo de vistas.
Primavera
El clima es muy agradable durante estos meses.
Tenemos el hanami, la espectacular floración del cerezo que ocurre a todo lo largo y ancho de Japón.
Hay mucha mucha gente y los sitios pueden estar abarrotados, ya que es cuando aprovechan para visitar los lugares más bonitos con cerezos.
También está la Golden Week (del 29 al 5 de mayo), un puente festivo donde muchos japoneses aprovechan para coger vacaciones y que también suele crear aglomeraciones.
Verano
El problema del verano, más allá del calor, es su humedad. Es muy agobiante y puede fastidiarnos fácilmente el viaje.
Durante junio y julio, es la época de lluvias y nos puede llover muy a menudo.
A finales de verano también están los tifones y tendremos que vigilar porque algunas veces son tan fuertes que pueden cancelar trenes e incluso vuelos, amén de cerrar atracciones turísticas por seguridad.
Quitando el incordio del clima veraniego japonés, en verano tenemos los matsuri, los festivales japoneses con sus espectaculares castillos de fuegos artificiales. No hay nada más japonés que enfundarse un yukata (un tipo de kimono más simple y fresquito) y pasear por los puestos del matsuri.
A principios de verano, tendremos también la floración de las hortensias, gracias al todavía benigno clima y a las lluvias, que hacen muchos parques muy vistosos.
Como es época de lluvias, el verano japonés luce un verdor en los bosques y parques deslumbrante, con una viveza que parece irreal, al contrario que la sequedad que podemos ver en España.
Otoño
A principios de octubre todavía puede caer algún que otro tifón aunque a medida que avance el mes, es más improbable.
En otoño tendremos otro de los espectáculos de la naturaleza: El Momiji. Es cuando los arces y ginkgos tiñen parques y bosques de Japón de rojo y amarillo. En los templos hay ginkgos centenarios cuya amarillación de las hojas lo hace espectacular.
Es una estación ideal para visitar Japón, no suele haber muchos turistas y el momiji no es tan denso como lo pudiera ser el hanami de primavera. La temperatura es muy agradable durante estas fechas.
