Bien, pues llegamos ya al Omisoka, lo que entendemos en España por la Nochevieja propiamente dicha. La palabra Omisoka se refiere al último día del último mes.
Es considerada la segunda festividad más importante del calendario festivo japonés, siendo el día de Año Nuevo la más importante.
Tras limpiar la casa, o el templo si pertenece a la fimilia, en el susu-harai, los japoneses se preparan para la cena más larga del año. Sobre las 11 de la noche comienza el omisoka, la familia se reúne frente a un bol de toshikoshi-soba o toshikoshi-udon. Aunque los fideos suelen comerse solos o con cebolleta troceada, en algunos lugares le añaden tempura. Tradicionalmente las familias hacen el osechi porque durante los 3 primeros días del año está prohibido cocinar para no desagradar a los kami de la cocina pero actualmente la mayoría los van comprando en los grandes almacenes para no llevarse días cocinando.
Es muy tradicional ver a las familias conectadas delante del televisor a partir de las 7 y media de la tarde disfrutando del programa Kohaku Uta Gassen, el concurso de canciones «Rojos contra blancos». Los cantantes más populares, tanto de grupos como solistas, se reparten en dos equipos, el equipo femenino rojo y el equipo masculino blanco. Aunque cada vez tiene menos audiencia, lo cierto es que es el programa más visto de la televisión japonesa, tanto que se dice que lo ve la mitad de la población del país. Van cantando mientras el público les vota. Sobre las 11:30 el público les vota y deciden quién es el ganador que se alza con el trofeo y la «bandera del ganador». Sobre las 11:45 el programa termina y dan paso a las retransmisiones de la celebración de fin de año por todo el país.
A la medianoche, muchas familias visitan un templo budista o sintoista (o ambos) como Hatsumo-de, primera visita a un templo del año.
Por todo Japón, los santuarios sintoístas preparan el amazake calentito, una bebida poco alcohólica y dulce, para repartir o vender a la gente que se congrega allí a medida que se acerca la medianoche.
Durante toda la noche se oirán en los templos tañendo los bonsho 108 veces: un tañido por cada pecado que produce el sufrimiento humano para ir alejándolos del año que comienza. Como las celebraciones de año nuevo en Japón son muy tranquilas, las campanadas se pueden escuchar por toda la ciudad. A esto se le llama Joya No Kane y la última campanada debe coincidir con el comienzo de Año Nuevo.
Las felicitaciones son diferentes según si hemos entrado o no en el año nuevo. Antes de año nuevo se dice «yoi o-toshi wo«, Feliz Año Nuevo. Pasadas las doce, la felicitación más sonada es «Akemashite o-medeto», equivalente a nuestro «Feliz entrada de año nuevo».