Hoy nos vamos de ruta por Kamakura, una de las mejores excursiones de un día que se pueden hacer desde Tokio. Como siempre, os recomiendo que uséis calzado cómodo porque ya sabéis que yo soy muy fan de caminar y perderme entre calles y bosques.
Es uno de los indispensables en un primer viaje a Japón, conocida sobre todo por el Gran Buda de Kamakura pero tiene muchas más cosas. Recordad que para más detalles sobre estas cosas podéis visitar Japonismo donde podréis consultar más información totalmente en español.
Así que allá vamos.
Introducción a Kamakura
Lo primero de todo es que Kamakura, a pesar de su cercanía a Tokio es una ciudad poco ciudad. O dicho de otra manera, es un pueblo grande. Tiene muy pocos edificios de varias alturas y casi todo son casitas bajas y salpicada de bosques aquí y allá.
Kamakura fue, durante un breve periodo de tiempo, capital de Japón, entre 1185 y 1333 en lo que se conoce como era Kamakura, siendo el primer gobierno de los shogunes, gobernadores militares, de Japón. Durante este siglo y medio se construyeron grandes templos y dejó una importante impronta en la ciudad que iremos viendo durante nuestro paseo.
Cómo llegar a Kamakura
Como siempre, he dividido la ruta según estaciones, porque así es más fácil organizarse el viaje. De forma que si consideráis que vais cortos de tiempo veamos sólo las partes que nos interesan y vayamos directos a la estación que nos interesa.
Yo propongo empezar la ruta en la estación de Enoshima y luego ya ir moviéndonos volviendo sobre nuestros pasos hasta la estación de Kita-Kamakura pasando por las estaciones de Hase y Kamakura.
A Enoshima se llega a través de la línea Enoden. La línea Enoden no está incluida en el JRPass ya que pertenece Enoshima Electric Railway, por lo que al llegar a Kamakura hay que cambiar, no solo de línea, sino que también hay que salir de la estación Kamakura. Una vez en la plaza hay que ir hacia la izquierda hasta que veáis un pasillo subterráneo que pasa bajo las vías del tren y cuando lo paséis volver a girar a la izquierda hasta que encontréis la estación de Kamakura de la Enoshima Electric Railway.
Si no queréis visitar Enoshima, podéis pararos en la estación Hase para ver el Hase-dera y el Gran Buda.
Otra forma de llegar a Enoshima, menos conocida y más peculiar, es a través de un monorraíl suspendido, el Shonan Monorail. Es una forma muy particular de llegar hasta Enoshima y así le dais un punto de vista diferente a vuestra visita. Para pillarlo, en vez de salir en la estación de Kamakura, tenéis que bajaros en la estación de Ofuna y pillar el monorraíl en la misma estación. Evidentemente, tampoco está incluido en el JRPass, así que tendréis que comprar un billete aparte.
Qué ver en Kamakura
Zona Enoshima
Hayamos llegado por tranvía o por tren, nuestra primera parada será la pequeña isla de Enoshima. Para ello tendremos que cruzar un puente de 600 metros para llegar al islote tras bajarnos en la estación de tren o de tranvía aéreo y desde el que podemos ver el Monte Fuji si no está en uno de sus días tímidos.
Cuenta la leyenda que durante mucho tiempo, un dragón de 7 cabezas estuvo atacando y atemorizando a los habitantes de la costa cercana. La diosa Benten creó la isla y en una de las cuevas que hay bajo la isla, se escondió el dragón. Tras esto, la diosa le prometió casarse con él si dejaba a las buenas gentes de la costa tranquilas.
Casi todo lo de la isla está dedicado a la diosa Benten, diosa de las artes, misericordia y prosperidad, por lo que hay muchas calles y tiendecitas con nombres referidos a la diosa, así como el Santuario. Si es un día despejado, es fácil ver el Monte Fuji desde varias localizaciones de la isla.
En esta pequeña isla rocosa tenemos varias cosas por ver y es posible que os interese pillar el Enopass por 1000 yenes y que os permite entrar en varias atracciones de la isla. Aparte de las atracciones, no os perdáis la comida local, como los Shirasu, unos pececitos muy pequeñitos con los que hacen varios platos como las bolitas shirasu pan que están riquísimas, o los tacosenbei, galletitas con trozos de pulpo.
- Jardines Samuel Cocking, que tiene un faro que sirve de mirador.
- Santuario Enoshima, dedicado a la diosa Benten donde puede que veas gente lavando su dinero en el estanque para pedir riqueza.
- Templo Daishi. Otro de los edificios religiosos de la isla, aunque es bastante moderno.
- Cuevas Iwaya: Un par de cuevas que se pueden visitar, dedicadas al dragón que aterroizaba la isla.
- Campana del amor, o del dragón enamorado: Esta pequeña campana es adonde vienen las parejitas a poner un candado con sus nombres y hacer sonar la campana.
- Enoshima Spa: Un spa de estilo de principios del siglo XX donde podemos optar a baños sin ropa separados por sexo o baños en piscina conjuntos pero con ropa. Su mayor atracción son algunos que dan al Fuji a pesar de su lejanía.
- Templo Ryukoji: Ya de vuelta a la estación, y fuera de la isla, podemos pararnos en el templo Ryukuji, dedicado a Nichiren, fundador de la secta con el mismo nombre.
Zona Hase
Pues una vez hayamos salido de la isla de Enoshima, nuestro segundo punto es ver la zona de Hase. Aquí tenemos varias opciones. Una de ellas es bajar en la estación Gokurakuji y callejear un poco (me encanta callejear!!) o si queremos ir más directo a las principales atracciones, bajarnos en la estación de Hase.
Si hemos decidido bajarnos en la estación de Gokurakuji, tenemos que salir hacia la izquierda y cuando lleguemos al puente «Sakura-bashi», un precioso y pequeño puente rojo que pasa sobre las vías, giramos a la derecha sin cruzar el puente. Este pequeño paseo nos llevará por una calle, de escueta acera, donde podremos encontrarnos bosques, cementerios y algunos jizo, e incluso un pequeño templo, el Jojuin, al que para llegar hay que subir unas escaleras que encontraremos a nuestra derecha. Cuidado porque hay otras escaleras en el lado izquierdo de la calle y ¡ésas no son! Si entráis en este templo y seguís las escaleras, bajaréis justo donde se encuentran los jizo.
Seguid caminando hasta una tienda muy blanca que hace esquina a mano izquierda y entrad en la calle para llegar a nuestro primer punto. Es fácil saber si es la calle que buscamos porque al fondo hay un torii y hay que cruzar las vías del tren caminando en un paso a nivel.
- Santuario Goryo: Este pequeño santuario es bonito verlo en junio donde se llena de hortensias. Está al pie de una ladera haciendo que esté resguardado y donde en otoño podremos verlo rodeado de hojas rojas y amarillentas. Después de salir del templo por el otro torii hacía un camino semiadoquinado, que luego se convierte en calle, llegaremos a la avenida de la estación de Hase.
Si hemos decidido saltarnos la caminata del Goryu-ji y nos hemos bajado en Hase, tendremos que caminar hasta encontrar un montón de vending machines y, ya dentro de la calle, un cartel verde y blanco donde podremos leer Great Kanon/Treasure Hall… etc… Al final de la calle encontraremos nuestro siguiente punto.
- Hase-dera: Este complejo de templos tiene varias cosas para visitar. Cuenta la leyenda que en el año 721, se crearon dos estatuas de la diosa Kanon, a partir del mismo árbol. Una se encuentra en el Hasedera de Nara y la otra se lanzó al mar como ofrenda pero el mar la devolvió 15 años después y, para ello, se levantó este templo. Por aquí y por allí veréis pequeños jizo, unas cuevas llenas de estatuillas (cuidado con la cabeza al entrar) y el paseo de la fortuna, que se dice que si subes la ladera y completas el camino, tendrás buena suerte. También hay un mirador que ofrece unas bonitas vistas de las playas de Kamakura. Cuidado con las rapaces, que como llevéis comida, os la pueden quitar!
Después de visitar el Hase-dera, volvemos a la calle principal para seguir hasta el final y ver nuestro siguiente punto:
- Gran Buda de Kamakura, en el templo Kotoku-in. Desde el siglo XIII hasta 4 veces el templo que alojaba el Gran Buda fue destruido por tormentas o tsunamis, así que decidieron dejarlo al aire libre. Al principio, la estatua, de más de 13 metros de alto siendo así la segunda más grande de Japón, estaba decorada con pan de oro pero al estar a la intemperie, sólo quedó el el bronce. Es posible visitarlo en su interior aunque a mí me da un poco de angustia. Eso sí, tiene ventanitas en su espalda.
Después de ver el Gran Buda de Kamakura, podemos, o volver atrás a la estación o caminar por la calle aledaña al Gran Buda, hasta llegar al Santuario Sasuke Inari. Está a unos 20 minutos caminando, y nos encontraremos varios santuarios y templos menores hasta llegar a él, pero luego podemos desde allí ir andando hasta la estación de Kamakura. Ya depende de lo cansados que estéis.
- Santuario Sasuke Inari. Ya sabéis que todos los santuarios que llevan la palabra Inari están dedicadas a esta diosa de la cosecha, además de tener los caminos tan reconocibles adornados con toriis apilados y de muchas figuritas de kitsunes, los zorritos mensajeros de la diosa Inari. Pero ahí no acaba la cosa.. y es que se dice, que aquí se encontraba la «villa oculta» de Kamakura. Con este términos, si sois aficionados al manga os sonará, se llamaba a aldeas difíciles de encontrar y por lo tanto de atacar, y se creía que era donde se ocultaban los ninjas. Antiguamente aquí se ocultaba el mikoshi (carroza ceremonial) del santuario Tsurugaoka Hachimangu que veremos más adelante.
- Zeniarai Benzaiten Ugafuku. Muy cerca de Sasuke Inari tenemos este pequeño santuario, con algunas partes excavadas en la roca de la montaña. Al igual que en Enoshima, veréis a la gente lavar aquí su dinero en el pequeño estanque que hay.
Y ya sí, desde aquí, andamos unos 15 minutitos hasta la estación de Kamakura para ver más cositas.
Zona estación de Kamakura
- Cerca de la estación: Aquí se hace un poco difícil destacar cosas porque hay muchos templos y santuarios de diferentes tamaños. Si usamos la avenida principal como referencia, si la dejamos a la derecha, tendremos la callecitas de las tiendas, pero si la dejamos a la izquierda, tendremos algo más rural y con más templos.
- Templos cercanos: Por esta zona tendremos el río Nameri creando varios puentes muy pintorescos. También está el templo Hongakuji y Myohonji casí en línea recta.
Tal vez queráis visitar la tumba funeraria de Hojo Takatoki que significó el final de la era Kamakura y un poco más al este el templo Hokoku-ji, conocido por tener un bosquecito de bambú al estilo del de Arashiyama en Kioto pero no tan grande. - Callecita de tiendas: Si optamos por dejar de lado tanto templo, podemos perdernos por esta calle que está señalizada como Shop Street al salir de la estación de Kamakura. Hay tiendas de todo tipo pero casi todas enfocadas al turista. La primera es una de Ghibli con un Totoro dándonos la bienvenida, pero también muchas cafeterías y souvenirs. Incluso os encontraréis muestras de comida. Yo soy aventurero comiendo pero si sois más aprensivos a la comida, yo os diría que si no estáis seguros, evitad lo que no sepáis que es.
- Santuario Tsurugaoka Hachimangu: Es el santuario más importante de Kamakura, dedicado al dios Hachiman, el dios de la Guerra. Es muy peculiar por su entrada, estanque de nenúfares y también por su escalera donde está el edificio principal.
- Paseo hasta Kita Kamakura. Con este otro paseo, y os prometo que es el último, dependiendo de lo cansado que estéis, este es un paseo muy bonito en el que nos encontraremos diferentes templos por si tenéis ganas de entrar en alguno.
El Kencho-ji es impresionante por sus estructuras de madera, y más adelante el Hansōbō también es muy bonito. El Dairoku Tensha es un pequeño santuario, casi diría que un puesto, seguido del Choju-ji donde podemos encontrar la tumba de Ashikaga Takauji, el primer shogun.
Si vais en junio, durante la época de lluvias, no os podéis perder Meigetsu-in, con sus jardines de hortensias.
Pero los templos más grandes están cerca de la estación de Kita Kamakura, como el Tokeiji y, sobre todo, el Engaku-ji, siendo éste último un gran complejo de templos budistas.
Y ya os dejo descansar… o tal vez no! Desde aquí podéis ir a Yokohama a ver la noche, pero de eso ya os hablaré en otro momento.