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Las mil grullas de papel de Sadako

Hiroshima es una ciudad tristemente conocida por ser la primera en recibir el ataque indiscriminado de una bomba atómica.

Allá por donde viajéis por esta ciudad que se ha reconstruido, podréis contemplar las grietas de semejante barbaridad.

Pero hay un símbolo de esperanza que veréis a lo largo y ancho de la ciudad: grullas de papel.

Esta historia tan triste comienza con la pequeña Sadako de tan solo un año cuando ocurrió la explosión de la bomba atómica. Aparentemente no tenía lesiones de ningún tipo, pero tanto su madre como ella se vieron rociadas por la lluvia negra posterior a la detonación.

10 años después, a Sadako le diagnosticaron leucemia debida a la radiación recibida tras el lanzamiento de la bomba. No era la única. Su compañera de habitación del hospital, otra niña un par de años mayor que Sadako, también tenía cáncer. A Sadako le dieron como máximo un año más de vida.

Fue su compañera de habitación la que le contó la historia de las 1000 grullas de papel. Hay un leyenda japonesa que dice que si haces 1000 grullas de papel, se te concederá un deseo.

Así que Sadako comenzó a hacer grullas de papel con todas sus fuerzas. Como no tenía dinero para papel de origami, Sadako hacía grullas con lo que tenía a mano: papel del hospital, pegatinas… con tanto ahínco las hacía que desarrolló una técnica para crear grullas diminutas con el poco papel que contaba.

En menos de un año, Sadako consiguió crear las 1000 grullas y aún así, siguió haciéndolas. Con poco más de 12 años, Sadako falleció pero la tenacidad y persistencia en su deseo caló en la sociedad japonesa.

En el Parque de la Paz de Hiroshima hay un monumento a Sadako sosteniendo una gran grulla de papel donde niños de colegios le llevan grullas de papel hiladas en guirnaldas que se guardan en unos contenedores acristalados que hay bajo el monumento. Es fácil que mientras estéis allí os encontréis una clase llevando grullas y dedicando una pequeña oración o reverencia a Sadako.

Dentro del Museo de la Paz de Hiroshima, os podéis encontrar grullas de papel hechas por Sadako. Pero no sólo ahí, en muchos lugares encontraréis grullas de papel como símbolo de paz y de esperanza para que no vuelva a ocurrir algo así.

Si vais a visitar el Museo de la Paz os recomiendo llevar pañuelos, porque os puede romper un poco.

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