Cada 5 de mayo en Japón, y dentro de lo que es la Golden Week, se celebra una de las fiestas más entrañables de Japón, el Kodomo no hi, el día de los niños también conocido como Tango no Sekku. Al principio se usaba este día para festejar sólo a los hijos varones, pero posteriormente se englobó a todos los niños y niñas.
A diferencia del día de las niñas, el Hina Matsuri, que no es festivo, este día sí lo es, creando un macropuente entre diferentes festividades (día de Showa, 29 de abril; día de la Constitución, 3 de mayo; día de la primavera, 4 de mayo) llamada la Golden Week donde muchos japoneses aprovechan para alguna escapadita.
El Día de los niños llama mucho la atención porque las familias cuelgan en sus jardines las koinobori, un juego de cometas en forma de carpas donde la más grande representa al padre, de color negro, la siguiente más pequeña representa a la madre, de color rojo, y las menores a los diferentes hijos. El dragón de mar superior, ese de lazos de colores, representa la felicidad y la unión familiar.
La leyenda cuenta que cuando las carpas van a desovar, van en contra de la corriente del río y al final se convierten en dragones. El caso más «familiar» que tenemos sobre este tema es en Pokémon, donde Magikarp es poco menos que inútil pero cuando evoluciona en el poderoso dragon Gyarados, la cosa cambia. Se dice que estos días se ruega para que los niños y niñas crezcan fuertes para convertises en dragones.
Otras costumbres es mostrar en las casas los famosos cascos de los samuráis, llamados kabuto, que como lo normal no es tener uno, suelen hacese de origami. También podemos ver muñecos representando a Kintaro, un personaje de un cuento basado en un samurái real del que es conocido su fuerza donde dicen que montaba sobre un oso en vez de un caballo y que se le representa habitualmente cabalgando sobre una carpa gigante.
Como no podía ser de otra forma, no podría pasar un día festivo en Japón sin sus respectivos dulces tradicionales, en este caso, son dos variantes de mochi, ambos envueltos en diferentes hojas, el kashiwamochi se encuentra envuelto en hojas de roble mientras que el chimaki lo está en hojas de bambú.
Su origen es chino, donde se llamaba Tango no Sekku (Tango era el primer día del año del buey). Esta festividad también es celebrada en China, Corea, Taiwan, Hong Kong, Macao y Vietnam.
El Tango no sekku marcaba el inicio de la temporada de lluvias y el verano. Tan significa límite o primer y go significa medio ó cinco. Aunque se celebraba el 5º día del 5º mes del calendario lunar, cuando Japón comenzó a usar el calendario gregoriano lo traspasó al 5 de Mayo. Según la tradición china, el 5º mes es propicio para realizar ritos de purificación.
Aunque su origen es chino, donde las familias rogaba por la salud y fortaleza de los niños, los japoneses le han dado un significado autóctono. Según ellos se tomó el 5 de Mayo para conmemorar la defensa ante los ataques mongoles (en 1274 y 1281) y para celebrar la unificación de Japón.
Fuera como fuese, el caso es que se introdujo en Japón durante los siglos VIII y XII pero no tuvo su forma actual hasta el fin del Periodo Edo (siglos XVII-XIX) donde las familias con hijos varones realizaban rituales para que sus hijos se convirtieran en guerreros nobles como sus padres y mostraban en sus casas reproducciones de armamento y vestimenta militar samurái.
Al principio, este día era sólo para ensalzar a los niños varones pero actualmente es aplicable a todos los niños y niñas, celebrando la felicidad de éstos, aunque las niñas tienen su día propio en el Hina Matsuri el 3 de marzo pero no es un día festivo.
Creo que el mensaje de este día es bastante claro: con la perseverancia y la constancia todo llega y deseándoles a nuestros hijos e hijas que crezcan sanos y fuertes.