Hace mucho tiempo, cuando los occidentales comenzaron a interesarse por Japón después de la II Guerra Mundial, descubrían con gran interés las particularidades que se encontraban en este país inexplorado para ellos.
Recuerdo haber leído como un periodista estadounidense se entusiasmó cuando conoció a las Ama, a las que bautizó en el artículo como «las sirenas japonesas».
Las ama son en verdad, recolectoras de perlas en el mar de Japón. En aquellos tiempos vestían sólo la parte inferior de traje de baño, dejando sus pechos al aíre. A este periodista le sorprendió la capacidad pulmonar de estas chicas, pues las ama eran exclusivamente mujeres, que podían mantenerse bajo el agua durante mucho tiempo, llevando sólo con ellas un pequeño cubo que flotaba donde depositaban las perlas.
Se tiene constancia de su existencia en referencias escritas desde el siglo 3 a.C. aunque hay quien dice que este trabajo se remonto a más de 3000 años.
Actualmente, el oficio ha cambiado mucho. Las ama ya van vestidas completamente y sólo llevan unas gafas de buceo, ni tubo para respirar ni oxígeno auxiliar. El hecho es que en la Bahía de Ago, cuando los primeros occidentales se les permitió observar a las ama, les escandalizó que fueran sin nada arriba. Siguen con la habilidad de poder sumergirse hasta 10 metros sin ayuda. El botín también ha cambiado. Mientras que hace 80 años, las ama buscaban perlas, actualmente se centran en conseguir ostras más codiciadas en gastronomía. También parece otro de esos oficios dados a desaparecer pues la edad media de las ama actuales ronda los 65 años.
Aún así sigue siendo espectacular ver a estas adorables abuelitas calzarse el traje de ama y sumergirse hasta los mas profundo del mar sin inmutarse cuando uno con la mitad de edad a medio metro ya se estaría ahogando.
En Ise, frente a la costa de Toba, se encuentra la isla Mikimoto donde es posible verlas buceando cazando algas y otros crustáceos.
