Todos los 3 de marzo se celebra en Japón el Hina Matsuri, Díaa de las Niñas, aunque no es festivo como el día de los niños.
Esta tradición, de origen china, llegó a Japón en el periodo Heian (794 d.C. – 1185 d.C.). Antiguamente, los japoneses pensaban que las muñecas tenían la capacidad de absorber los malos espíritus librando a sus dueños de ellos, con lo que comenzó un ritual, llamado Hina Nagashi, de tirar al río Kamo muñecas para que se llevaran los malos espíritus y las enfermedades.

Esta tradición es la que ha evolucionado hasta lo que hoy se conoce como Hina Matsuri. En esta fiesta se expone en las casas donde haya una niña pequeña, un expositor escalonado con muñecas, llamado hinadan, que representa la corte imperial japonesa tal y como eran en la era Heian. Estas muñecas suelen ser bastante caras, hay gente que las alquila o que van a verlas expuestas a algún templo donde las expongan. A veces, también tienen como costumbre que sean los abuelos quienes las regalen, pero de par en par cada año. También se decora el expositor con flores de melocotonero, ya que es el tiempo en el que florecen.

Antes se pedía para que la mujer consiguiera un buen marido y tuviera un próspero futuro. Actualmente, siendo más modernos, lo que se pide es que la mujer tenga un buen futuro y que crezca fuerte. Aún así perdura la idea de que si se tiene mucho más tiempo del debido expuesta la decoración de este día, la mujer se quedará soltera.
Como buena tradición japonesa, no puede faltar su idiosincrasia gastronómica. Esta vez, se bebe un sake especial, el shirozake. También el hishimochi, un tipo de mochi (dulce hecho de pasta de arroz) con forma de diamante y chirashizushi, una clase de sushi, o el Hina Okoshi que se come en algunos festivales del melocotón. Además, aparte de la comida, la festividad cuenta con su propia canción.

Uno de los Hina Matsuri más espectaculares es el del templo Tomisaki, en Katsuura (Chiba), donde se monta un hinadan en sus escaleras de entrada gigantesco con muchas muñecas en sus numerosos escalones y, si tenéis suerte, disfrutar del mercadillo matinal de Katsuura que se celebra por allí cerca.