El Monte Takao, cerca de Tokio, es un lugar muy popular de visita, sobre todo, durante el momiji, aunqeu el resto del año es bastante visitado para hacer paseos y disfrutar de las vistas.
Allí se encuentran los templos Jingo-ji, Kozan-ji y Saimyo-ji. Pero nos vamos a quedar con el primero, que, además de ser bastante peculiar, y cansado de visitar, por encontrarse en la montaña, es allí donde tiene lugar una peculiar forma de deshacerse del mal karma: tirando discos de barro como si fueran frisbis.
Llamados «kawarakenage», se trata de lanzar los discos lo más lejos posible en el barranco. Se dice que así se aleja el mal karma. El karma no tiene porque ser algo que hayamos provocado nosotros, también puede ser parte del plan del universo, así que no es como eliminar la venganza del destino sobre nosotros, sino los malos augurios y problemas.
Así, que ya sabéis, si estáis cerca de Kioto y os pasáis por el Monte Takao, mandad a tomar viento fresco el mal karma lanzando estos discos que se pueden comprar por unos 100 yenes el par.
Aún así, no solo se hacía en el monte Takao. En Tokio, en el parque Asukayama, uno de los lugares más bonitos para disfrutar del hanami en Tokio, también se realizada esta práctica como se puede ver en el grabado de Hiroshige, aunque desconozco si se sigue realizando. Si vais durante la floración de los cerezos, no olvidéis pillar el Sakura Tram, un tranvía que pasa por este parque y otros lugares con cerezos en flor siendo el único tranvía que queda funcionando en Tokio.
