En todo el mundo es muy famosa la floración del cerezo que se celebra por todo Japón. Pero un poco antes de esta tan famosa floración, entre mediados de febrero y princpios de marzo, tenemos la floración de los ciruelos, que no es tan abundante como la de los cerezos pero sí que hay lugares donde podremos disfrutar de ellos, y así evitamos las multitudes durante marzo/abril.
Uno de ellos el es Kitano Tenmangu, en Kioto. Este templo está dedicado a Michizane, un poeta japonés que vivió durante el siglo IX d.C. Su árbol favorito era el ciruelo, así que sus alrededores están llenos de este árbol por lo que la floración es muy exhuberante y muy popular.
El 25 de febrero se celebra un pequeño festival donde las geiko y maiko del cercano barrio de geishas Kamishichiken ofrecen una te y dulces japoneses al aire libre.
Michizane es considerado el dios de la sabiduría, por lo que durante los exámenes es fácil ver a estudiantes realizando ofrendas para pedir buenos resultados en las pruebas.
Cada 25 de cada mes del año se celebra un mercadillo, muy popular y donde es fácil encontrar algún artículo interesante a buen precio.