La prefectura de Aomori es famosa por el festival Nebuta Matsuri, del que hablaremos más adelante, pero, como en todas partes, hay lugares particulares dignos de mención.
En la cima de la antigua isla de Kabushima, ciudad de Hachinohe, que actualmente se encuentra unida al resto del territorio por un istmo artificial, se encuentra el Kabushima-jinja, un santuario dedicado a las gaviotas.
Si bien el santuario está realmente dedicado a la diosa de la misericordia Benzaiten, las verdaderas protagonistas son las gaviotas, llamadas en japonés «umi neko» que literalmente significa «gato de mar», que rondan el lugar en grandes cantidades entre marzo y agosto para anidar.
Se cree que si las gaviotas te hacen caca encima, es una señal de buena suerte y te pueden dar una tablilla para conmemorar tal acto de buena suerte. Si no eres tan creyente de esa buena suerte, siempre puedes pedir un paraguas que está disponible para los más incrédulos (e higiénicos).
Más allá de este peculiar santuario, Hachinohe tiene una importante cultura de baños públicos, más de 30 en toda la ciudad, que son conocidos por abrir muy temprano para ser usados por los pescadores que vuelven de faenar en la mar.
Y también los mercados matinales. En este enlace podéis ver cuáles y cuándo se celebran para que podáis disfrutar de ellos. Estos mercados tienen origen a cuando Hachinohe era parte de la ciudadela del castillo y las calles se llenaban de mercancías para su venta en la mañana.
