Todos conocemos a Mazinger Z, Evangelion o los Power Rangers, que aún siendo estadounidenses beben mucho de la tradición «sentai» establecida por los japoneses mucho antes.
Pero esta amistad con los robots, o la utilidad que le dan los japoneses en la ficción, no es nada nueva. Hace un par de siglos que andaban ya coqueteando con los autómatas, algo rudimentarios y totalmente artesanales, pero espectaculares para la época. Estos autómatas son conocidos como karakuri, y no tenían mucha utilidad más allá de mostrar la maestría de algún artesano o como divertimento al ver cómo la figura tomaba té, tocaba un instrumento de cuerda o daba algunos pasos de baile.
Los artesanos comenzaron a refinar la construcción y posibilidades de los karakuri con la llegada de las mecánicas de relojería introducidas por los occidentales en la segunda mitad del siglo XIX. De hecho aún pueden seguir viéndose en el Takayama Matsuri, el festival de primavera donde se muestran en algunas de las carrozas yatai.
Aún así no dejaron de ser una curiosidad sin más utilidad que la de sorprender pero hay quien dice que el origen de esta relación idílica entre japoneses y robots, o mechas, como se les conoce allí, es gracias a los karakuri, que al verlos como algo simpático no los perciben como una amenaza. Así, en Occidente, donde Terminator quiere acabar con la humanidad, en Japón Astroboy ayuda a las personas.
Y es así como tenemos mucha narrativa multimedia japonesa, sobre todo manga y anime, llena de robots, algunos más grandes que otros, pero que han dejado su impronta y arrastran tanta afición que no es especialmente difícil encontrar algún que otro robot por la geografía japonesa. Vamos a ver algunos de ellos.
Osamu Tezuka y Astroboy, el pionero
Nerima, cerca de Ikebukuro y Nakano, un barrio de Tokio, se considera la cuna del anime, donde comenzaron a producirse los primeros animes populares a principios de los 1960. Y entre ellos no podemos olvidarnos de Astroboy, publicado en 1952, del inmortal Osamu Tezuka quien es considerado el padre del manga moderno. Uno de sus personajes, Astroboy, es de los más queridos de la animación japonesa y, como no podía ser de otra forma, tiene su estatua en Nerima como homenaje a la cuna del anime que representa el barrio donde además de la estatua de Astroboy le acompañan estatuas de Lum, Ashita no Joe o personajes de Leiji Matsumoto.
Aparte de la estatua de Astroboy en Nerima, tenéis otra más antigua, inaugurada por el propio Tezuka, en Hanno, encabezando este post, en 1983, por el décimo aniversario de la asociación de jóvenes de la ciudad.
Mazinger Z, el sueño de los españoles ochenteros
Aunque todos no reconozcamos el nombre del autor Go Nagai, generaciones enteras hemos crecido con la frase «Puños fuera», incluso aquéllas que no han visto la serie y es muy raro encontrar alguien que no conozca a Mazinger Z, publicado originalmente en 1972. En Wajima, ciudad natal del autor, tenemos el GO NAGAI Wonderland Museum donde se hace un repaso a las obras más importantes en la trayectoria de Nagai, no sólo Mazinger Z, sino también Devilman o Cutie Honey donde no podría faltar una representación de nuestro robot de la infancia a escala 1:9 para hacernos la correspondiente foto.
Sin embargo, no hace falta irse muy lejos si queremos ver a Mazinger en todo su esplendor. Sin ir más lejos, en Tarragona tenemos una imponente estatua de 10 metros levantada a principios de los 80.
Gundam, la locura japonesa por la robótica
Hablar de Gundam en Japón es hablar de toda una institución en lo que a mechas o robots humanoides gigantes se refiere. Una serie que comenzó a finales de los 70 y desde entonces arrastra toda una legión de fans ávidos de más material y merchandising. Desde hace mucho tiempo, en Japón había mucho interés en crear una réplica de un mecha a escala que pudiera moverse. Después de unos tímidos intentos en Odaiba, que han sido desmantelados con el tiempo, hasta marzo de 2024 tendremos un Gundam gigante que podemos visitar en la bahía de Yokohama.
Y es que el bicho impresiona, con 18 metros, es capaz de mover brazos y piernas aunque no sale de su plataforma. Cada cierto tiempo tiene una representacíon donde de una forma muy espectacular, con luces y humo, realiza la posición de despegue. La plataforma, de 6 pisos, es visitable y en cada altura, podréis ver los entresijos de este Gundam. Eso sí, recordad comprar las entradas con tiempo si no queréis quedaros a las puertas.
Aunque no es la única representación de Gundam que existe, en Fukuoka también hay otra estatua aunque no es tan espectacular.
Tetsujin-28, volviendo a las raíces
Y si hablábamos de Mazinger-Z como despertar robótico de generaciones en Europa, en Japón podríamos decir que fue Tetsujin-28, un manga de mediados de los 50 al que los más veteranos de Japón y sucesivas generaciones le tienen mucho cariño.
En Kobe, ciudad cercana a Osaka, querían buscar un símbolo para revitalizar la zona comercial tras el gran terremoto de 1995, y decidieron levantar un robot de 18 metros de altura que atrae muchos visitantes. La verdad es que es impresionante y sobre todo, una postura muy simpática que los visitantes suelen imitar en las fotos.
Evangelion, no podía faltar
Si tenemos que hablar de una serie de mechas que ha traspasado fronteras y generaciones en las últimas décadas, ésta es Evangelion, de 1996, del Estudio Gainax. Y, evidentemente, no podía faltar su representación interactiva. Después de cerrar la experiencia interactiva en el parque Fuji-Q, aun nos queda el de TOEI KYOTO STUDIO PARK, un parque que también se utiliza como escenario para grabar series, donde hay una versión gigante del EVA 01, aunque solo de medio cuerpo, en el que podemos subir y hacernos fotos en su mano extendida.
La verdad es que es un lugar curioso porque el estudio tiene zonas imitando la época feudal y luego te encuentras subiendo a un mecha gigante
Ademas, no solo tenemos Evangelion en este parque tan peculiar. Hay una exposición llamada Super Sentai × Kamen Rider Kyoto Location Gallery, donde si os gustan los Power Rangers, os puede parecer muy interesante para conocer el origen de esta serie tan popular en Occidente desde los años 90.