Durante el mes de noviembre se celebra en muchos templos y santuarios de Japón los llamados «Tori no ichi», los mercadillos del gallo.
Estos mercadillos se celebran los días del gallo durante 24 horas. A cada día del calendario japonés se le atribuye un día del zodiaco chino. Al ser 12, éstos van rotando por lo que los días del gallo varían de un año a otro, así que, según el año, noviembre puede tener 2 o 3 días del gallo y los mercadillos
Estos mercadillos se celebra para pedir prosperidad y buena fortuna en los negocios así como en al vida en general, por lo que lo más fácil de encontrar son los amuletos «kumade». Unos rastrillos muy elaborados con diferentes adornos, muchas veces con una cara femenina y otros abalorios, que se usa para atraer la buena suerte. Los hay de muchos tamaños, ideales para llevarlos de recuerdo, pero para que surta más efecto, hay que comprarlo de un tamaño mayor que el del año anterior… Así que si es vuestro primer kumade, pillad uno pequeñito.
Además, estos mercadillos han creado su propia idiosincrasia, acompañando toda la actividad con diferentes actividades como la bailes, alguna ceremonia, muestras e incluso los regateos con los vendedores tienen su propio ritual donde hay que tocar las palmas al ritmo que marquen y es muy divertido verlos como tocan las palmas y cantan.
Si estáis en Tokio, hay dos lugares que no os debéis perder. Uno de ellos es el santuario Otori de Asakusa donde se montan uno de los mercadillos más importantes del día del gallo. Y otro es el santuario Hanazono cerca de Shinjuku, donde casi mil lamparillas de papel iluminan el recinto.