Puede que al pensar en Kawasaki, se nos vengan a la mente un montón de motos, pero lo cierto es que es una ciudad japonesa que se encuentra entre Yokohama y Tokio, las dos urbes más grandes de todo Japón.
En Kawasaki nos encontramos con el Santuario Kanayama, que pasa algo desapercibido durante la mayoría del año… excepto el primer domingo de cada abril.
Si pasáis por allí en esa época veréis que se celebra un festival muy peculiar y también con una decoración muy peculiar: todo lleno de penes y vulvas. Esos días se celebra el Kanamara Matsuri, también llamado Festival del Pene de Acero, un festival en honor a la fertilidad donde los genitales masculinos y, en menor medida, los femeninos son los auténticos protagonistas.
Evidentemente, este festival se presta a todo tipo de bromas, con caramelos con forma de pene y vulva, gorritos, te enseñan a hacer un pene con un rábano o te puedes subir a cabalgar un pene como si fuera un toro mecánico… pero el origen es mucho menos humorístico. Aquí venían las prostitutas a orar para no contagiarse de ninguna infección de transmisión sexual, generalmente, sífilis. Esto comenzó a mediados del periodo Edo, durante el siglo XVII, y justo en este santuario por que aquí se cuenta la historia del pene de acero.
Cuenta la leyenda, que en la vagina de una chica muy guapa, se alojó un demonio que no tenía mucha intención de salir. Cada vez que intentaban sacarlo, el demonio pegaba una buena dentada… imaginaos si intentaran penetrarla… Así que un herreró ideó un pene de acero, de forma que al introducirlo, el demonio mordió y se quedó enganchado… tirando del pene, pudieron sacar al demonio de la muchacha.
Y así comenzó toda esta tradición, aunque el festival es de mediados del siglo XX, donde atrae a numerosos turistas y curiosos.. y no es para menos! Si llevan hasta una carroza con un gran pene que pasean por el barrio.
Actualmente no sólo se pide por evitar coger alguna ITS, sino también para pedir por la fertilidad y un buen embarazo. Además, también es un festival benéfico y pedagógico. Se educa sobre las infecciones de transmisión sexual además de que todo lo recaudado se destina a la investigación del VIH.
De todas formas, el Kanamara Matsuri no es el único donde un pene gigante hace acto de presencia. En Komaki, cada 15 de marzo, una carroza con un gran falo de madera se pasea en el Honen Matsuri.