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Algunas leyendas urbanas y fantasmas japoneses

En Japón, hay muchísimas historias de fantasmas y espectros sobrenaturales, como en cualquier cultura, pero en esta son de bastante antigüedad. En el caso de Europa la mayor parte de historias medievales o modernas sobre fantasmas terminaban irremediablemente relacionadas con la Iglesia. En Japón se atribuí­a al alma según las creencias sintoístas o venían dadas de costumbres de ritos funerarios. Como todas las historias antiguas, las de fantasmas japoneses nos enseñan a ser más respetuosos con la vida… y mucho más prudentes con los extraños.

El Último cliente

Una noche oscura que un taxista vuelve por una solitaria carretera de montaña tras haber llevado a un pasajero a su destino, pero mientras conduce, encuentra un nuevo cliente en el arcén de la carretera. Después de montarlo en el taxi, el cliente le da una dirección desconocida para el taxista pero el pasajero le comenta que él será quien le guíe hacia el destino.
Tras conducir un buen rato cruzando pequeñas aldeas y campos, el taxista comienza a inquietarse. Siguiendo con la conducción y viendo que estaban en medio de ninguna parte, el taxista se gira hacia atrás y le pregunta a su cliente dónde se encuentran. Al volver la cara para hablarle ve sorprendido que el cliente ya no está allí­ pero al volver su mirada hacia la carretera se da cuenta de que está¡ al borde de un precipicio donde esta vez será la gravedad la que marque velocidad y destino.

Toire no Hanako-san

Las chicas en la escuela suelen ir en grupo al aseo para evitar encontrarse con Hanako-san. Cuenta la historia que las chicas nunca entran en el aseo número 4 pues allí habita Hanako-san, una chica que, parece ser, murió debido al acoso escolar que sufrí­a y desde entonces su fantasma habita en los aseos femeninos de tooodos los colegios japoneses. No parece un fantasma muy agresivo pues sólo ha dado unos buenos sustos y poco más, sobre todo por la noche y aparece si se le llama, aunque a veces llama a la puerta del excusado ella misma. Existe una película llamada SHINSEI TOILET NO HANAKO-SAN.

Kuchisake onna

La famosa chica de la curva tiene una versión oriental pero con ciertas diferencias. Un conductor se encuentra con una chica hermosa parada a un lado de la carretera. El conductor se para y ella se monta en el asiento trasero. El cuerpo de la chica se ve bonito y su cara parece bella aunque una mascarilla cubre la mitad de su cara. Una vez que el conductor vuelve a poner en marcha su vehículo, la chica le pregunta:
– ¿Soy hermosa?
– «Sí, lo eres», le contesta el hombre y se gira para observar a la chica que se ha quitado la máscara dejando a la vista una boca desfigurada con cortes a los lados que le llegan hasta las orejas donde al fondo culebrea su lengua…
Otras versiones de este mismo fantasma aparece en una calle cualquiera sorprendiendo a los viandantes (hombres en su caso) con la misma pregunta o también caza y desfigura a los niños aunque éstos pueden librarse de ella lanzándole una fruta para que los deje escapar…. Lo mejor es no responderle a la pregunta.

Botan Doro

En la primera noche de Obon, una mujer hermosa y joven, que sostiene una linterna, da un paseo por la casa del samurái viudo Ogiwara Shinnojo. Ogiwara se cruza con la mujer, nombrada Otsuyu, enamorándose a primera vista y hace voto de relación eterna con ella. Desde esa noche, la mujer lo visita cada noche , yéndose siempre antes de amanecer. Un vecino mayor, sospechó de la muchacha, mirando a escondidas por la rendijas de la casa y ve a Ogiwara en la cama con un esqueleto. Avisándole al día siguiente de lo que ha visto, Ogiwara se asusta, lo que le lleva a consultar a un sacerdote budista. El monje le cuenta que está en peligro a menos que pueda oponerse a la mujer, y le pone un hechizo de protección en su casa. La mujer no puede entonces entrar, pero lo llama desde el exterior. Finalmente, incapaz de resistir, Ogiwara sale a saludarla, pero al no poder entrar ella, se lo lleva a su casa, que es en realidad un sepulcro en un templo. A la mañana siguiente encuentran el cadáver de Ogiwara entrelazado con el esqueleto de una mujer.

La princesa Takiyasha

Esta es la historia de dos hermanos, también una de las piezas más populares del teatro kabuki. Narra la leyenda de la princesa Takiyasha, que trató de vencer a sus enemigos con la ayuda de fantasmas. Ella era hija de un noble que murió en el año 940 en una rebelión abortada contra su señor feudal. Tras la muerte de su padre, Takiyasha se hizo monja. Más tarde ella y su hermanastro conocieron el espí­ritu de una rana bruja, y esta usó sus poderes mágicos para tramar una rebelión contra los enemigos de su difunto padre. Pero Mitsukuni, un guerrero enemigo, descubrió la maquinación, fue al palacio y venció a los humanos y a sus aliados sobrenaturales. La princesa lanzó un hechizo para llamar a un enorme fantasma en forma de esqueleto. La aparición trata de atacar a Mitsukuni sobre una cortina de bambú caí­da, mientras el guerrero arrincona con su espada al hermanastro rebelde.

Yurei

Unos fantasmas muy cotidianos en Japón son los Yurei, que son fantasmas muy al estilo occidental que no han podido llegar a la luz por cuestiones pendientes, la mayorí­a de ellos por venganza y muchas veces mujeres. Están hasta clasificados y no tienen porque ser necesariamente malos. Hay algunos como las Ubume, que son madres que murieron en el parto y su fantasma vuelve para cuidar de sus hijos y a veces les traen dulces. Los Yurei tienen la típica pinta de fantasma japonés con ropajes blancos y el pelo negro y largo y a veces con un triángulo de papel sobre la frente. Este era el ritual tí­pico de los funerales en la era Edo. Hay un par de historias populares sobre Yurei.

Una de ellas es la de Tokaido Yotsuya Kaidan que cuenta la historia de como Oiwa y su bebé recién nacido fueron envenenados por su marido Iyemon, un samurái pobre que acaba con la vida de su mujer para casarse con la hija del vecino rico. A Iyemon se le aparecia su mujer desfigurada por los efectos del veneno cuando retozaba con su nueva esposa saliendo de una lámpara sobre ellos. Oiwa dice también que se vengará de cualquier actriz que represente su historia en el cine o el teatro.

La otra historia, Bancho Sarayashiki habla de Okiku, una criada del samurái Tessan Aoyama, que accidentalmente rompe unos platos muy valiosos de porcelana que formaban parte de su herencia. Aoyama enfurecido la mata y tira su cadáver a un pozo. Okiku saldrá todas las noches del pozo a contar los platos rompiendo a llorar cuando va por el noveno. Se dice que Okiku vive en el Castillo de Himeji., en el pozo del Crisántemo. También tienen su propia hora de salida a eso de las 2 ó 3 de la mañana…

Funayurei

Los funayurei son fantasmas de la mitologí­a japonesa. Concretamente son los espí­ritus de los que han perecido en el mar. Se aproximan a la gente en botes o barcos y les piden un cucharón. Si se les entrega, empezarán a verter agua de mar en la embarcación hasta que se hunda.

Rokurokubi

Es un fantasma que de día es una mujer normal pero a la media noche su cuello crece desmesuradamente. Algunos dicen que es un monstruo que sale a cazar por la noche pero otros piensan que sólo sale por la noche a beberse el aceite de las farolas que alumbran la calle.

Yamamba

La yamamba no son la «kogal» pintada en plan oso panda, además es el nombre de la mujer de las montañas. Aunque tiene muchas apariencias, generalmente se la representa como una anciana fea con el pelo blanco y revuelo. Se dice que busca a excursionistas perdidos para comérselos aunque también puede que ayude a los perdidos a encontrar el camino de vuelta a casa. Todo depende del humor con el que te la encuentres.

Nopperabo

La historia cuenta que por la noche si te encuentras a alguien caminando cabizbajo, no le saludes, podría ser un nopperabo. Si le saludas, levantará la cabeza y verás que no tiene ni ojos, ni nariz ni boca…

Yukionna

La mujer de las nieves busca a gente que se ha extraviado durante un temporal. Es de piel blanca, pelo negro largo y muy hermosa. Cuando se encuentra a un perdido exhausto por la tempestad de nieve, los duerme hasta que mueren. En ocasiones se casa con un hombre normal al que finalmente mata.

Karakasa o Kasa Obake – El paraguas con un ojo

Aunque por lo general no está bien recoger las cosas del suelo, un dí­a de lluvia sin paraguas serí­a muy tentador encontrar uno en la calle ¿verdad? Pues si al abrirlo te encuentras con un ojo no digas que no se te advirtió, el paraguas se cerrará para engullirte y no volverás a salir de él… o al menos no entero. Pero puedes reconocerlo porque en vez de mango, tiene un pie. Este fantasma pertenece el tipo conocido como Tsukumogami que son aquellos objetos que al cumplir 100 años cobran vida.

Gaki

Los gaki son fantasmas condenados a pasar hambre y sed eternamente ya que por mucho que coman y beban nunca serán saciados. Se les representa con la barriga hinchada por no poder comer.

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