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Densha Otoko, ejemplo de fenómeno viral en el Japón de los 2000

Aunque es fenómeno que ocurrió allá por 2004, me encanta comentar el caso de Densha Otoko porque es uno de los primeros ejemplos virales de como un caso peculiar salta a todos los medios habidos y por haber y se adapta según las necesidades del público y, sobre todo, de los publicistas.

Seguramente muchos sabréis ya de que va este fenómeno multimedia pero para los neófitos os cuento de qué va la historia. Allá por marzo de 2004, en la famosa BBS japonesa A-Channel, los foros de toda la vida, apareció en el hilo de solteros amargados un mensaje que en el que un chico comentaba que habí­a ayudado a deshacerse de un borracho que estaba molestando en el tren. Aunque no salió muy bien parado, las personas a las que había ayudado le pidieron su dirección para enviarle un detalle como agradecimiento por haber sido tan valiente.

Aunque los foreros no le dieron demasiado crédito, el chico siguió contando cómo se seguían desarrollando los hechos, al cabo de unos días recibió un regalo de una chica joven que iba en el tren con él. Contando el regalo y la marca del mismo, los chicos del foro, que en general eran hombres sin éxito, ni experiencia, con las mujeres, decidieron aconsejarle que la llamara para agradecerle el regalo, pero el chico se destapó comentando que era un otaku pringao de Akihabara y que ninguna mujer en su sano juicio daría algo por él, una chica a todas luces inalcanzable, y es así como comienza a pedir ayuda y consejo en el foro creando un vínculo especial en el que todos son partí­cipes de la historia de amor de estas personas. A partir de ahí los foreros deciden bautizar al chico como Densha Otoko, el hombre del tren.

Esto es lo que ocurrió en la realidad, a medida que iba pasando el tiempo y Densha comentaba su progreso con Hermes, así­ llamaron a la chica por la marca del regalo que le hizo a Densha como agradecimiento. Los foreros sentí­an la historia como propia, y así fue ganando en repercusión mediática siendo todo un fenómeno social de manera que casi todo el mundo está al tanto del asunto pero siempre de forma anónima. El impacto fue tal que se decidió editar el hilo tal y como estaba en el foro, como una discusión foril ni más ni menos, en un libro llamado Densha Otoko escrito por Hitomi Nakano, que significa literalmente «Uno de ellos». El libro se convirtió rápidamente en un best seller, incluso se tradujo al inglés, acompañándole también una versión cinematográfica y de la serie que os comento a continuación. Algo bastante meritorio en un momento en el que no existían las redes sociales y la viralización de contenido estaba mucho más limitada por tener un internet móvil bastante escueto en capacidades.

La serie se emitió en verano del 2005 entre julio y agosto, constando de 11 capí­tulos más un especial. En la serie los personajes y los eventos, aunque basados en los hechos que relata el libro, están exagerados haciendo de Densha un otaku sin remedio con unos amigos sin ninguna intención de integrarse en la sociedad, y a Hermes una chica con clase algo pánfila y pija (bueno, bastante) y con unas amigas tal cual para ella. Evidentemente, algunos momentos están edulcorados de más con su correspondiente relleno. Esta serie es bastante divertida y habrá momentos en los que uno tenga que reirse por narices por lo absurdo de la situación, pero realmente lo que me ha gustado de la serie es otra cosa.

Esta serie da una visión bastante relativa de lo que es ser un otaku en Japón. Aunque las cosas han cambiado mucho, y esta serie ayudó a que durante un tiempo se popularizara el ser un otaku y barrios como Akihabara o Nakano, lo cierto es que los otaku, de cualquier clase, siguen siendo una tribu bastante denostada a los que se les acusa de ser personas que no dejan atrás sus aficiones para centrarse en sus responsabilidades de adulto cuando no de ser unos babosos pervertidos, generalmente hombres, aunque cada vez más mujeres se permiten declararse como otaku, a las que también se refieren como fujoshi, un calificativo peyorativo.

Lo cierto es que a los primeros otakus españoles nos vendieron allá por los 90 una imagen idílica donde en Japón podríamos ser otakus libres de los prejuicios que se nos etiquetaban en España… y no. La realidad, para variar, suele ser más compleja y mucho menos naïve. Cierto es que un otaku occidental en general poco tiene que ver con uno japonés, donde el manga y el anime forma parte de la idiosincrasia japonesa sin llegar a ser otaku y hay diferentes niveles de afición entre que te guste el manganime y ser un otaku japonés y es posible que aquí donde a muchos se les llaman otakus en Japón sean simplemente aficionados al manga sin llegar a esa etiqueta.

Pero la verdad es que ser otaku en Japón está relativamente mal visto y muchos de ellos temen demostrar sus aficiones delante de otras personas. Aún así, poco a poco esta mentalidad va cambiando e incluso algunos otakus se presentan como personas cuyas aficiones son interesantes y emocionantes alejadas de una visión mucho más prejuiciosa.

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