Bueno, ya tienes claro que quieres viajar a Japón. Tendrás que ahorrar un poco y sacrificar algunas cosas pero seguro que irás…
Y la siguiente pregunta ¿cómo llego hasta allí? Pues bueno, seguramente sabrás que Japón es una isla y que sólo nos queda ir o en barco o volando…
Por ser prácticos vamos a ir en avión. Llegar a Japón en avión no es fácil. Las entradas más recurridas son las siguientes. Con el código IATA entre paréntesis para cuando hagáis búsquedas en las webs de vuelos.
- Aeropuerto internacional de Narita (NRT): Cerca de Tokio, pero no en la propia ciudad. Está a hora y media de Tokio y tendremos que coger un tren, el Narita Express para llegar desde allí a la ciudad. Y digo el Narita Express porque aunque hay otros, como el Skyliner, el Narita Express, también conocido como N’Ex, está incluido dentro del Japan Rail Pass.
- Aeropuerto internacional de Haneda (HND): Desde hace relativamente poco recibe vuelos internacionales. Se encuentra en el mismo Tokio y así es mucho más fácil acceder a la ciudad y comenzar nuestro viaje cuanto antes.
- Aeropuerto Internacional de Kansai (KIX): Se encuentra en la Bahía de Osaka, en una isla artificial y es espectacular. También está un poco alejado de la ciudad de Osaka y el tren tarda alrededor de una hora en llegar al centro de Osaka.
Tal y como funcionan los aeropuertos, que son más baratos según la afluencia de aviones que tengan, la mayoría de los viajes comienzan en Narita o Haneda. Los vuelos a Haneda suelen ser un poco más caros, porque lleva menos tiempo operando como aeropuerto internacional, aunque puede haber excepciones.
Los vuelos son muy largos y ya no hay vuelo directo desde España. Duran entre 12 y 13 horas más la conexión. Es decir. Si tenemos que coger el avión en Roma, a las 12 horas del Roma-Tokio, hay que añadirles las 2 horas de España-Roma más el tiempo de transbordo entre un vuelo y otro.
Se recomienda que, en el vuelo de 12/13 horas, nos levantemos cada 2 ó 3 horas para evitar el síndrome del turista (trombosis venosa).
La mayoría de los vuelos, llegan por la mañana a Tokio, por lo que lo ideal sería llegar a Haneda, para ir al hotel y comenzar nuestro viaje cuanto antes. Aunque llegar a Narita tampoco supone ningún problema más allá de tener que esperar el tren hasta nuestro destino. Una vez en el destino, después de la paliza del vuelo, lo ideal, para evitar el jet-lag, es pasar todo el día despierto y dormirnos cuando se haga de noche allí. De esta forma nos habituaremos antes a la diferencia horaria.
Cuidado a la hora de comprar «gangas» en vuelos y revisa si solo incluyen el equipaje de mano que suele aparecen útlimanete en muchos buscadores como Skyscanner. Asegúrate de ver qué incluye el viaje antes de lanzarte a comprarlo que luego nos puede salir más caro.
Como en muchos otros países, antes de aterrizar en Japón, se te ofrecerá un documento aduanero donde tendrás que declarar que no llevas nada ilegal en tu equipaje o que no te pasas de los límites legales de ciertas sustancias. Rellénalo a boli porque a lápiz no es válido y te harán repetirlo. Generalmente es sólo un trámite rápido que tendrás que entregar. Si llevas medicación, recuerda llevar justificantes de la misma pues algunos principios activos son ilegales en Japón aunque sean de uso legal en España.
Y no se te ocurra llevar encima comida con derivados del cerdo como chorizo o jamón. Te la confiscarán y, dicen, la destruirán.
